Znaleziono 829 Wyniki dla: Og

  • Ellos mismos van refiriendo la acogida que nos hicisteis, y cómo dejasteis la idolatría y os convertisteis para servir al Dios vivo y verdadero, (I Tesalonicenses 1, 9)

  • Y, en efecto, así lo hacéis con todos los hermanos de toda Macedonia. Sin embargo, queremos exhortaros, hermanos, a que progreséis todavía más (I Tesalonicenses 4, 10)

  • Hermanos, es nuestro deber y es de justicia dar gracias a Dios por vosotros, por los grandes progresos de vuestra fe y por el amor cada vez más grande que os tenéis unos a otros, (II Tesalonicenses 1, 3)

  • Hermanos, respecto de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos (II Tesalonicenses 2, 1)

  • Pero nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos queridos del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvaros por la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. (II Tesalonicenses 2, 13)

  • En fin, hermanos, rogad por nosotros, para que la palabra del Señor siga difundiéndose y sea estimada, como lo es entre vosotros, (II Tesalonicenses 3, 1)

  • Al partir para Macedonia te rogué que permanecieras en Éfeso, con el fin de que ordenaras a algunos que no enseñen cosas extrañas (I Timoteo 1, 3)

  • y no presten atención a fábulas y genealogías interminables, más aptas para promover discusiones que para la realización de los planes de Dios, que se fundan en la fe. (I Timoteo 1, 4)

  • Pon tu atención en estas cosas, entrégate de lleno a ellas, para que todos vean tus progresos. (I Timoteo 4, 15)

  • Si la viuda tiene hijos o nietos, ellos, antes que nadie, son los que deben cuidar de su propia familia y de recompensar a sus progenitores por los beneficios que han recibido de ellos, pues esto es lo que Dios quiere. (I Timoteo 5, 4)

  • Sabes que me han abandonado todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes. (II Timoteo 1, 15)

  • Si el labrador quiere recoger la cosecha, antes tiene que trabajar el campo. (II Timoteo 2, 6)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina