Znaleziono 153 Wyniki dla: Simón

  • El pueblo comprobó la lealtad de Simón y la gloria que pretendía conseguir para su nación. Lo nombró su caudillo y sumo sacerdote precisamente por los servicios prestados, por la justicia y la lealtad demostradas a su nación, buscando por todos los medios la elevación de su pueblo. (I Macabeos 14, 35)

  • pues sabía que los romanos llamaban a los judíos amigos, aliados y hermanos, y habían recibido con honores a los emisarios de Simón; (I Macabeos 14, 40)

  • que los judíos y los sacerdotes a una habían resuelto que Simón fuera su caudillo y sumo sacerdote hasta la aparición de un profeta acreditado; (I Macabeos 14, 41)

  • El pueblo aprobó conferir a Simón el derecho de obrar según estas disposiciones. (I Macabeos 14, 46)

  • Simón aceptó y consintió ejercer el sumo sacerdocio, ser caudillo y jefe de los judíos y de los sacerdotes y ser cabeza de todos. (I Macabeos 14, 47)

  • y que se depositaran copias en el tesoro del templo para que estuvieran a disposición de Simón y de sus hijos. (I Macabeos 14, 49)

  • Antíoco, hijo del rey Demetrio, envió desde las islas del mar a Simón, sumo sacerdote y jefe de los judíos, y a toda la nación (I Macabeos 15, 1)

  • la siguiente carta: "El rey Antíoco a Simón, sumo sacerdote y jefe, y a la nación judía, salud. (I Macabeos 15, 2)

  • Han llegado a nosotros emisarios de los judíos, nuestros amigos y aliados, para renovar el antiguo tratado de amistad, mandados por el sumo sacerdote Simón y por el pueblo judío. (I Macabeos 15, 17)

  • Si hombres perversos de su país se refugian en el vuestro, entregadlos al sumo sacerdote Simón para que él los castigue según su ley". (I Macabeos 15, 21)

  • Al sumo sacerdote Simón le mandaron también copias de estas cartas. (I Macabeos 15, 24)

  • Simón le envió dos mil hombres escogidos para ayudarle, con plata, oro y muchas armas. (I Macabeos 15, 26)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina