Znaleziono 240 Wyniki dla: Tiendas del Encuentro

  • Tobit, contento y bendiciendo a Dios, salió al encuentro de su nuera a la puerta de Nínive. Los que le veían caminar, firme y sin que nadie le ayudase, quedaban maravillados. Tobit confesaba delante de todos que Dios había tenido compasión de él y le había curado. (Tobías 11, 16)

  • Los hombres de Esaú y los amonitas subieron y acamparon en la montaña frente a Dotán, de donde enviaron algunos al sur y al este, cara a Egrebel, cerca de Jus, que está sobre el torrente Mocmur. El resto del ejército asirio acampó en la llanura, cubriendo todo el país. Sus tiendas y su equipamiento eran una mole ingente, pues era una muchedumbre impresionante. (Judit 7, 18)

  • Cuando volvió en sí, se echó a los pies de Judit y le dijo: "Bendita seas en todas las tiendas y en todos los pueblos, que al oír tu nombre quedarán asombrados. (Judit 14, 7)

  • Cuando los que estaban en las tiendas se enteraron de lo ocurrido, se quedaron estupefactos (Judit 15, 1)

  • Tú conoces la grave situación en que me encuentro y sabes también que detesto el distintivo de mi grandeza que ciñe mi cabeza cuando aparezco en público. Sí, lo aborrezco como a un paño inmundo, y jamás lo llevo en mi vida privada. (Ester 14, 16)

  • ¡Oh, ya no encuentro apoyo alguno en mí, me he quedado sin ninguna ayuda! (Job 6, 13)

  • ¡En cambio, están tranquilas las tiendas de los saqueadores, plena seguridad para los que provocan a Dios y creen meterlo en su puño! (Job 12, 6)

  • Lo busco al norte, y no lo encuentro; y no lo veo si me vuelvo al mediodía. (Job 23, 9)

  • Piafa en el valle, se alboroza, con brío va al encuentro de las armas. (Job 39, 21)

  • Levántate, Señor; sal a su encuentro, derríbalos; líbrame con tu espada del malvado. (Salmos 17, 13)

  • Le saliste al encuentro con faustas bendiciones, le coronaste con corona de oro puro. (Salmos 21, 4)

  • me devuelven mal por bien, me encuentro desolado. (Salmos 35, 12)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina