Znaleziono 172 Wyniki dla: batalla de los amorreos

  • pues Jesbón era la residencia de Sijón, rey de los amorreos. Éste había hecho anteriormente la guerra al rey de Moab y le había arrebatado todo el territorio hasta el Arnón. (Números 21, 26)

  • ¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Camós! Ha abandonado sus hijos a la fuga, y sus hijas a la esclavitud, a manos de Sijón, rey de los amorreos. (Números 21, 29)

  • Israel se estableció en la tierra de los amorreos. (Números 21, 31)

  • Moisés mandó a explorar a Yazer, la tomaron junto con las ciudades de su jurisdicción y expulsaron a los amorreos que habitaban allí. (Números 21, 32)

  • Cambiaron de dirección, y subieron camino de Basán. Og, rey de Basán, les salió al encuentro con todo su pueblo y les presentó batalla en Edreí. (Números 21, 33)

  • El Señor dijo a Moisés: "No le temas, pues lo he entregado en tus manos, a él, a su pueblo y su territorio. Trátale como trataste a Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón". (Números 21, 34)

  • Balac, hijo de Sipor, vio todo lo que Israel había hecho con los amorreos, (Números 22, 2)

  • Presentaron batalla contra Madián, como el Señor había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones. (Números 31, 7)

  • Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén y a media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón, rey de los amorreos; el reino de Og, rey de Basán; la tierra con sus ciudades y las ciudades fronterizas. (Números 32, 33)

  • Los hijos de Maquir, hijo de Manasés, marcharon contra Galaad, la conquistaron y expulsaron a los amorreos que se encontraban allí. (Números 32, 39)

  • después de haber derrotado a Sijón, rey de los amorreos, que vivía en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que vivía en Astarot y Edreí. (Deuteronomio 1, 4)

  • Levantad el campamento y dirigíos a la montaña de los amorreos y a todas sus regiones vecinas: la Arabá, la montaña, la Sefela, el Negueb, el litoral, la tierra de los cananeos, el Líbano, hasta el río grande, el Éufrates. (Deuteronomio 1, 7)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina