Znaleziono 85 Wyniki dla: caballo rojo

  • y habéis dicho: -¡No! ¡Huiremos a caballo! -¡Pues bien, huid! -Cabalgaremos en veloces corceles. -¡Pues bien, perseguidos seréis por pies veloces! (Isaías 30, 16)

  • ¿Por qué es rojo tu vestido y tus ropas como las del que pisa en el lagar? (Isaías 63, 2)

  • ¿el que los hizo pasar por el fondo del mar, como un caballo en la estepa sin tropiezo? (Isaías 63, 13)

  • Y traerán de todos los pueblos, como ofrenda al Señor, a todos vuestros hermanos -a caballo, en carros, en literas, a lomos de mulos o de dromedarios- a mi santo monte, Jerusalén -dice el Señor-, de igual modo que los israelitas traen la ofrenda en vasos puros al templo del Señor. (Isaías 66, 20)

  • He escuchado atentamente; no hablan como se debe; ninguno se arrepiente de su perversidad, y dicen: "¿Qué es lo que he hecho?". Todos siguen su desenfrenada carrera, como el caballo vuela donde hierve la lucha. (Jeremías 8, 6)

  • del que dice: Voy a construirme un gran palacio con grandes salones, y abre sus ventanas, lo artesona de cedro y lo pinta de rojo! (Jeremías 22, 14)

  • Al estruendo de su caída se estremece la tierra y el eco resuena hasta en el mar Rojo. (Jeremías 49, 21)

  • Empuñan arco y jabalina, son bárbaros e inexorables; su ruido es como el bramido del mar; van a caballo, armado cada uno para la guerra contra Babilonia. (Jeremías 50, 42)

  • contigo he machacado caballo y caballero; contigo he machacado carro y conductor; (Jeremías 51, 21)

  • Más que la nieve sus príncipes brillaban, eran más blancos que la leche; más rojo que el coral era su cuerpo, su aspecto era de zafiro. (Lamentaciones 4, 7)

  • Deja la olla vacía sobre las brasas, para que se caliente, se ponga al rojo el cobre, se funda dentro de ella su suciedad y se consuma su herrumbre. (Ezequiel 24, 11)

  • y vendrás de tu región de los confines del norte, junto con otros pueblos numerosos, todos montados a caballo, una turba innumerable, un ejército poderoso. (Ezequiel 38, 15)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina