Znaleziono 1245 Wyniki dla: camino de vida
y en el desierto, donde el Señor, tu Dios, te sostenía, como un padre sostiene a su hijo, durante todo el camino recorrido hasta llegar aquí. (Deuteronomio 1, 31)
el cual iba delante de vosotros para buscaros lugares en que acampar. De noche os señalaba el camino con fuego y de día con una nube". (Deuteronomio 1, 33)
Vosotros volveos y partid hacia el desierto, camino del mar Rojo. (Deuteronomio 1, 40)
"De allí partimos por el desierto camino del mar Rojo, como el Señor me lo había ordenado. Durante largo tiempo estuvimos dando vueltas en torno a la montaña de Seír. (Deuteronomio 2, 1)
Pasamos, pues, al lado de nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que viven en Seír, camino de la Arabá, de Elat y de Asiongaber. Luego, dando la vuelta, tomamos el camino del desierto de Moab. (Deuteronomio 2, 8)
Tengo intención de atravesar tu territorio; pero mi camino será directo, sin desviarme ni a la derecha ni a la izquierda. (Deuteronomio 2, 27)
"Partimos y subimos camino de Basán. Og, rey de Basán, nos salió al encuentro con toda su gente para darnos batalla en Edreí. (Deuteronomio 3, 1)
"Y ahora, Israel, escucha las leyes y prescripciones que te voy a enseñar y ponlas en práctica, para que tengáis vida y entréis a tomar posesión de la tierra que os da el Señor, el Dios de vuestros padres. (Deuteronomio 4, 1)
Recuerda el día que estabas en presencia del Señor, tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: Reúne al pueblo en torno mío para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra, y enseñen a hacer otro tanto a sus hijos. (Deuteronomio 4, 10)
¿Hay pueblo que haya oído la voz de su Dios hablar en medio del fuego, como la has oído tú, y quede todavía con vida? (Deuteronomio 4, 33)
donde pudiera encontrar refugio el homicida que hubiera matado involuntariamente a su prójimo sin haber existido enemistad previa entre ellos; refugiándose en una de estas ciudades, podrá salvar su vida: (Deuteronomio 4, 42)
para decirme: Hemos visto al Señor, nuestro Dios, su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz en medio del fuego. Hoy hemos comprobado que Dios puede hablar al hombre y quedar éste con vida. (Deuteronomio 5, 24)