Znaleziono 286 Wyniki dla: diciendo

  • Aquellos hombres lo dieron como buen augurio y se apresuraron a tomarle la palabra de la boca, diciendo: "¡Ben Hadad es tu hermano!". Y él añadió: "Id y traédmelo". Ben Hadad se presentó ante Ajab, que le montó en su carro. (I Reyes 20, 33)

  • Entonces tomó el manto, que se le había caído a Elías de encima, y golpeó con él las aguas, diciendo: "¿Dónde está el Señor, Dios de Elías? ¿Dónde está?". Golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y otro lado, y pasó a pie enjuto. (II Reyes 2, 14)

  • Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: "Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad". (II Reyes 2, 21)

  • Naamán se enfadó y se fue diciendo: "Yo pensaba que saldría a recibirme, que invocaría el nombre del Señor, su Dios, que me tocaría con su mano y así sanaría de mi lepra. (II Reyes 5, 11)

  • El rey se levantó, de noche como era, y dijo a sus oficiales: "Yo os aclararé lo que han tramado contra nosotros los sirios. Sabiendo que nosotros estamos hambrientos, han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: Sin duda saldrán de la ciudad, y entonces los coparemos vivos y entraremos en la ciudad". (II Reyes 7, 12)

  • Entonces tomarás la redoma de aceite y la derramarás sobre su cabeza, diciendo: "Esto dice el Señor: Yo te unjo por rey de Israel". Y, al momento, te escapas sin más". (II Reyes 9, 3)

  • Jorán, entonces, volvió las riendas y emprendió la fuga, diciendo a Ocozías: "¡Traición, Ocozías!". (II Reyes 9, 23)

  • Ocozías, rey de Judá, al ver esto, huyó camino de Bet Hagán; pero Jehú lo persiguió, diciendo: "¡También a él!". Y le hirieron en su carro, en la cuesta de Gur, cerca de Yibleán. Él huyó a Meguido, pero allí murió. (II Reyes 9, 27)

  • Volvieron a comunicárselo a Jehú, el cual dijo: "Es el oráculo que el Señor pronunció por medio de su siervo Elías, el tesbita, diciendo: En la heredad de Yezrael comerán los perros la carne de Jezabel; (II Reyes 9, 36)

  • Ajab tenía setenta hijos en Samaría, y Jehú escribió cartas y las envió a Samaría a los grandes de la ciudad, a los ancianos y a los tutores de los hijos de Ajab, diciendo: (II Reyes 10, 1)

  • Entonces les escribió una segunda carta, diciendo: "Si estáis conmigo y me obedecéis, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor y mañana, a estas horas, venid a mí a Yezrael". Los setenta hijos del rey estaban con los grandes de la ciudad que los educaban. (II Reyes 10, 6)

  • diciendo: "Ven conmigo y verás mi celo por el Señor". Y le llevó en su carro. (II Reyes 10, 16)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina