Znaleziono 826 Wyniki dla: dioses de Egipto

  • ¡Pero aquel en cuyo poder encuentres tus dioses, no vivirá! Delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tuviera tuyo y llévatelo". Jacob no sabía que los había robado Raquel. (Génesis 31, 32)

  • Jacob dijo a su familia y a todos los que estaban con él: "Tirad los dioses extranjeros que hay en medio de vosotros, purificaos y cambiad vuestros vestidos. (Génesis 35, 2)

  • Ellos dieron a Jacob todos los dioses extranjeros que poseían y los anillos que llevaban en las orejas, y Jacob los enterró bajo la encina que hay cerca de Siquén. (Génesis 35, 4)

  • Y se pusieron a comer. Alzando los ojos, divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos iban cargados de aromas, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto. (Génesis 37, 25)

  • Al pasar los mercaderes madianitas, ellos sacaron a José de la cisterna. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte monedas de plata, y éstos se lo llevaron a Egipto. (Génesis 37, 28)

  • Entretanto los madianitas lo habían vendido en Egipto a Putifar, eunuco del Faraón y capitán de la guardia. (Génesis 37, 36)

  • José había sido llevado a Egipto. Putifar, egipcio, eunuco del Faraón y capitán de la guardia, se lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allí. (Génesis 39, 1)

  • Después de todo esto, el copero del rey de Egipto y su panadero cometieron una culpa contra su señor, el rey de Egipto. (Génesis 40, 1)

  • A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les contó su sueño, pero nadie pudo explicárselo. (Génesis 41, 8)

  • Detrás de ellas subieron otras siete vacas escuálidas y flacas, tan raquíticas que no he visto otras semejantes en todo Egipto. (Génesis 41, 19)

  • Van a venir siete años en que habrá abundancia en todo Egipto. (Génesis 41, 29)

  • Luego vendrán siete años de hambre que harán olvidar toda la abundancia de Egipto; el hambre consumirá el país. (Génesis 41, 30)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina