Znaleziono 9 Wyniki dla: marca

  • Y ved lo que sucederá: en lugar de perfume habrá podredumbre; en lugar de cinturón, una cuerda; en lugar de peinados, calvicie; en lugar de vestidos lujosos habrá un saco; en lugar de belleza, la marca de la infamia. (Isaías 3, 24)

  • Pon mojones, coloca señales, marca bien la ruta, el camino que ya anduviste. Vuelve, virgen de Israel, vuelve a estas ciudades, que son tuyas. (Jeremías 31, 21)

  • y le dijo: "Pasa por la ciudad, recorre Jerusalén y marca con una cruz la frente de los hombres que gimen y lloran por todas las nefastas acciones que se cometen dentro de ella". (Ezequiel 9, 4)

  • Hizo que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, recibieran una marca en la mano derecha o en la frente, (Apocalipsis 13, 16)

  • Los siguió un tercer ángel, gritando con voz potente: "Si alguno adora a la bestia o a su estatua y recibe su marca en la frente o en la mano, (Apocalipsis 14, 9)

  • El humo de su suplicio sube por los siglos de los siglos, y no tienen reposo ni de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su estatua y los que reciben la marca de su nombre". (Apocalipsis 14, 11)

  • El primero fue y vertió su copa sobre la tierra, y una úlcera cruel y maligna sobrevino a los hombres que tenían la marca de la bestia y adoraban su estatua. (Apocalipsis 16, 2)

  • Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente. (Apocalipsis 19, 20)

  • Vi también unos tronos; a los que se sentaron sobre ellos, les dieron el poder de juzgar. Vi a los que habían sido degollados por dar testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni su estatua y no habían recibido la marca ni en sus frentes ni en sus manos. Éstos vivieron y reinaron con Cristo mil años. (Apocalipsis 20, 4)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina