Znaleziono 203 Wyniki dla: mesa de los panes

  • El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero pascual, sus discípulos le preguntaron: "¿Dónde quieres que vayamos a preparar la cena de la pascua?". (Marcos 14, 12)

  • Estando a la mesa y comiendo, Jesús dijo: "Os aseguro que uno de vosotros, que come conmigo, me entregará". (Marcos 14, 18)

  • Después se apareció a los once estando a la mesa, y les reprendió su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado de entre los muertos. (Marcos 16, 14)

  • Obsequió a Jesús con un gran convite en su casa; y había muchos publicanos y otras personas con ellos a la mesa. (Lucas 5, 29)

  • ¿Cómo entró en la casa de Dios, comió los panes de la proposición y dio a los que le acompañaban, aunque a nadie le es permitido comer de ellos, sino sólo a los sacerdotes?". (Lucas 6, 4)

  • Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a su casa y se puso a la mesa. (Lucas 7, 36)

  • Había en la ciudad una mujer pecadora, la cual, al enterarse de que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, se presentó allí con un vaso de alabastro lleno de perfume, (Lucas 7, 37)

  • Pero Jesús les dijo: "Dadles vosotros de comer". Ellos le dijeron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces. ¡A no ser que vayamos a comprar alimentos para toda esta gente!". (Lucas 9, 13)

  • Jesús tomó los cinco panes y los dos peces, alzó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y se los dio a los discípulos para que se los distribuyeran a la gente. (Lucas 9, 16)

  • Y les dijo: "Suponed que uno de vosotros tiene un amigo que acude a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, (Lucas 11, 5)

  • Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer con él. Jesús entró y se puso a la mesa. (Lucas 11, 37)

  • ¡Dichosos los criados a quienes el amo encuentra en vela a su llegada! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos él mismo. (Lucas 12, 37)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina