Znaleziono 233 Wyniki dla: primera cuenta
Y el rey dijo a sus servidores: "¿No os dais cuenta de que hoy ha caído en Israel un príncipe y un gran hombre? (II Samuel 3, 38)
¡cuánto más ahora, cuando unos bandidos han matado a un hombre inocente, en su casa, sobre su lecho! ¿No deberé yo pediros cuenta de su sangre y borraros de la tierra?". (II Samuel 4, 11)
Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David, y enviaron mensajeros para contratar como mercenarios a los sirios de Bet Rejob y de Sobá, veinte mil soldados de infantería, del rey de Maacá, mil hombres, y de Tob, doce mil. (II Samuel 10, 6)
David se dio cuenta de que sus servidores cuchicheaban entre sí y comprendió que el niño había muerto. David les preguntó: "¿Ha muerto el niño?". Le respondieron: "Sí, ha muerto". (II Samuel 12, 19)
Joab, hijo de Sarvia, se dio cuenta de que el corazón del rey se había inclinado hacia Absalón. (II Samuel 14, 1)
y le dijo: "¡Que mi señor no me tenga en cuenta la falta y que no recuerde el delito que cometió tu siervo el día en que mi señor, el rey, salía de Jerusalén! Que el rey no lo tome a pecho. (II Samuel 19, 20)
Y David respondió: "¿Qué os importa a vosotros, hijos de Sarvia, para que os convirtáis hoy en mis adversarios? ¿Es que va a morir hoy alguno en Israel? ¿Quizá no me doy cuenta de que hoy me constituyo en el rey de Israel?". (II Samuel 19, 23)
La otra mujer replicó: "No es verdad, pues mi hijo es el vivo y el tuyo es el muerto". La primera decía: "No, tu hijo es el muerto, y mi hijo el vivo". De esta suerte disputaban delante del rey. (I Reyes 3, 22)
Entonces el rey tomó la palabra y sentenció: "Dad a la primera el niño vivo, y no le matéis; ella es su madre". (I Reyes 3, 27)
Eliseo, entonces, dejó los bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: "Déjame dar un beso a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré". Elías respondió: "Anda, vuélvete; pero ten en cuenta lo que he hecho contigo". (I Reyes 19, 20)
Los jefes de los carros se dieron cuenta de que no era el rey de Israel y dejaron de perseguirlo. (I Reyes 22, 33)
Aquella mujer dijo a su marido: "Mira, me he dado cuenta de que es un hombre de Dios, un santo, ese que pasa siempre por nuestra casa. (II Reyes 4, 9)