15. Los ríos -continuó diciéndome el Ángel- a cuya orilla está sentada la Prostituta, son los pueblos, las multitudes, las naciones y las diversas lenguas.





“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina