Deuteronomio, 7
26. No introduzcas en tu casa nada abominable, porque también tú te harías digno de ser consagrado al exterminio. Detesta todo eso y considéralo abominable, porque está consagrado al exterminio.
26. No introduzcas en tu casa nada abominable, porque también tú te harías digno de ser consagrado al exterminio. Detesta todo eso y considéralo abominable, porque está consagrado al exterminio.
“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina