5. Al cabo de ese tiempo, el rey ofreció un banquete de siete días, en el patio del jardín del palacio real, a toda la población que se encontraba en la ciudadela de Susa, desde el más grande al más pequeño.





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina