4. Yo te haré volver, te pondré garfios en las mandíbulas y te haré salir con todo tu ejército: caballos y jinetes, todos ellos perfectamente equipados, una multitud inmensa, todos con escudos y broqueles, y armados cada uno con su espada.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina