16. El panadero mayor, al ver con qué acierto había interpretado el sueño, dijo a José: "Yo, por mi parte, soñé que tenía sobre mi cabeza tres canastas de mimbre.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina