Hechos, 7

50. ¿No fueron acaso mis manos las que hicieron todas las cosas?

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Actos de los Apóstoles 7 narra el discurso de Stephen antes de ser apedreado hasta la muerte. Él defiende la fe cristiana ante los líderes religiosos judíos, explicando la historia del pueblo de Israel y señalando cómo Jesús es la realización de las promesas de Dios. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Génesis 12:1 - "Entonces el Señor le dijo a Abram: 'Sal de su tierra, en medio de sus parientes y la casa de su padre, e ir a la tierra te mostraré'". Stephen comienza su defensa citando la historia de Abraham, quien dejó su tierra natal para seguir a Dios.

Éxodo 3:5 - "Dios dijo: 'No te acerques. Toma las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es tierra santa'". Stephen menciona a Moisés y su experiencia con Dios en el arbusto ardiente para enfatizar que Dios es santo y digno de adoración.

Isaías 66:1-2 - "Así dice el Señor: 'El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies. ¿Qué construirás para mí? ¿Dónde construirás un templo? Un templo como yo ? Desde cuando hice el universo, todas estas cosas existen. Stephen argumenta que Dios no puede limitarse a un lugar, como el templo en Jerusalén.

Jeremías 7:2-7 - Escuche la Palabra del Señor, todo el pueblo de Judá que ingresa a estas puertas para adorar al Señor. Así dice el Señor de los anfitriones, el Dios de Israel: 'Corrija la forma en que siguen y las cosas Están haciendo, y los haré vivir en este lugar. Manera que estás siguiendo y las cosas que están haciendo, si realmente practican justicia, cada una de ellas a continuación, y no oprimió al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni derraman sangre inocente en este lugar, y si no sigues a otros Dioses para tu propia ruina, luego los haré vivir en este lugar, en esta tierra di a sus antepasados ​​para siempre. Stephen acusa a los líderes religiosos de ser hipócrita, porque estaban desobedeciendo a Dios y confiando en su posición como líderes del templo en lugar de obedecer a Dios.

Salmo 110:1 - "El Señor le dijo a mi Señor: 'Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos como un estrado a tus pies". Stephen cierra su discurso señalando la exaltación de Jesús, que está a la derecha de Dios y es el verdadero líder y salvador.