I Corintios, 11

21. porque apenas se sientan a la mesa, cada uno se apresura a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se pone ebrio.

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El Capítulo 11 de 1 Corintios se ocupa de algunos temas relacionados con el orden y la decencia en la adoración pública, incluido el uso de los velos por parte de las mujeres y la práctica de la Cena del Señor. Los versos relacionados con estos temas son:

1 Timóteo 2:9-10: "Da mesma forma, quero que as mulheres se vistam modestamente, com decência e discrição, não se adornando com tranças, ouro, pérolas ou roupas caras, mas com boas obras, como convém a mulheres que professam adorar a Dios." Este versículo aborda la modestia en la ropa, algo que también se discute en el Capítulo 11 de 1 Corintios.

1 Corintios 10:16-17: "¿El cáliz de la bendición que bendeciremos no es la comunión de la sangre de Cristo? el único pan ". Este versículo hace una referencia directa a la Cena del Señor, un tema tratado en 1 Corintios 11.

Efesios 5:22-23: "Las mujeres, están sometiendo a su esposo, en cuanto al Señor, porque el esposo es el jefe de la mujer, como Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo, de la cual él es el Salvador." Este versículo hace una referencia a la jerarquía de Dios en las relaciones familiares, un tema que también se aborda en 1 Corintios 11.

1 Pedro 3:3-4: "Su adorno no debe estar en los adornos exteriores, como el cabello trenzado y las joyas delgadas o la ropa delgada, sino en el ser interior, en el corazón, que no perece, y en el espíritu, el espíritu, que es genuino y honesto ". Este versículo trata nuevamente con la modestia, señalando que el verdadero valor de la persona está en su carácter y no en sus prendas.

Mateo 26:26-28: "Mientras comían, Jesús tomó pan, dio gracias, lo rompió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: 'Toma y come; este es mi cuerpo'. Gracias y le ofreció a los discípulos, diciendo: 'Bebe de él a todos. Esta es mi sangre del pacto, que se derrama para muchos por perdón de los pecados'. Este versículo es otra referencia directa a la Cena del Señor, que muestra la importancia que Jesús dio a esta práctica.