1 Los filisteos capturaron el Arca de Dios y la trasladaron de Eben Ezer a Asdod.
2 Allí tomaron el Arca de Dios, la introdujeron en el templo de Dagón y la expusieron al lado de Dagón.
3 A la mañana siguiente, los asdoditas se levantaron bien temprano, y encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. Lo recogieron y lo volvieron a poner en su sitio.
4 Pero a la mañana siguiente, cuando los asdoditas se levantaron, encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. La cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral, y no le quedaba más que el tronco.
5 Por eso, hasta el día de hoy los sacerdotes de Dagón y los que entran en su templo, en Asdod, no pisan el umbral.
6 La mano del Señor se hizo sentir pesadamente sobre los asdoditas y los devastó, hiriéndolos con tumores por todo el territorio de Asdod.
7 Al ver lo que sucedía, los asdoditas dijeron: "Que el Arca del Señor no se quede entre nosotros, porque su mano es dura contra nosotros y contra Dagón, nuestro dios".
8 Entonces invitaron a todos los príncipes de los filisteos a reunirse con ellos, y dijeron: "¿Qué podemos hacer con el Arca del Dios de Israel?". Ellos respondieron: "Hay que trasladarla a Gat". Así trasladaron el Arca del Dios de Israel.
9 Pero una vez que fue trasladada, la mano del Señor se hizo sentir sobre la ciudad y cundió un pánico terrible, porque el Señor hirió a la gente de la ciudad, del más pequeño al más grande, y les brotaron tumores.
10 Entonces enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Pero apenas el Arca llegó a Ecrón, los ecronitas gritaron: "Han trasladado aquí el Arca del Dios de Israel, para hacerme morir a mí y a mi pueblo".
11 Luego invitaron a reunirse a todos los príncipes de los filisteos, y estos decían: "Devuelvan el Arca del Dios de Israel; que regrese al lugar donde estaba, y no me haga morir a mí y a mi pueblo". Porque reinaba un pánico mortal en toda la ciudad, tal era el peso con que se hacía sentir la mano del Señor.
12 A los que no morían les brotaban tumores, y el clamor de la ciudad subía hasta el cielo.
Versículos relacionados com I Samuel, 5:
1 Samuel 5 describe la captura del arca del pacto por los filisteos y los problemas que enfrentaron como resultado de tomar el objeto sagrado de Israel. El capítulo destaca la superioridad del Dios de Israel sobre los dioses de los filisteos y cómo se manifestó en juicio contra los ídolos paganos. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:
Éxodo 20:3-5: "No tendrás otros dioses delante de mí. No harás ningún ídolo, ninguna imagen de nada en el cielo, en la tierra o en las aguas debajo de la tierra. No postrarás ante ellos ni adorarás ellos adoran, porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso ". Este versículo enfatiza la importancia de adorar solo al Dios verdadero y no poner a ningún otro Dios delante de él, que los filisteos ignoraron al tratar de adorar a sus ídolos.
Salmo 96:5: "Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, pero el Señor ha hecho los cielos". Este versículo destaca la superioridad del Dios verdadero en relación con los dioses falsos que las personas pueden adorar.
Isaías 42:8: "Yo soy el Señor; este es mi nombre! No le daré a otra mi gloria, ni imágenes mi alabanza". Este versículo enfatiza que Dios es el único digno de adoración y alabanza y que no compartirá su gloria con ídolos u otros dioses.
Jeremías 10:10-11: "Pero el Señor es el Dios verdadero; Él es el Dios vivo, el Rey eterno. Cuando sea envuelto, la tierra sacude; las naciones no apoyan a su furor". Este versículo destaca la naturaleza viva y poderosa de Dios y cómo puede ejercer un juicio sobre las naciones que lo desobedecen.
1 Corintios 10:20-22: "No, pero lo que se ofrece el sacrificio de los paganos a los demonios, no a Dios, y no quiero que te comuniques con demonios. No puedes beber del cáliz del Señor y el cáliz de los demonios . No se puede participar en la mesa del Señor y la mesa de los demonios. ¿O causaremos celos en el Señor? ¿Somos más fuertes que él? " Este versículo enfatiza la importancia de no mezclar la adoración con Dios con prácticas paganas o adoración con ídolos.
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