17. Cada carro importado de Musrí costaba seiscientos siclos de plata; cada caballo ciento cincuenta. En las mismas condiciones, por medio de esos agentes, se exportaban para todos los reyes hititas y para los reyes de Arám.





“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina