26. Entonces los israelitas subieron a Betel con todo el pueblo y allí se lamentaron, sentados delante del Señor: ayunaron todo el día hasta la tarde y ofrecieron al Señor holocaustos y sacrificios de comunión.





“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina