Sabiduría, 13
17. Sin embargo, cuando ruega por sus bienes, por su hogar o sus hijos, no se avergüenza de dirigir la palabra a ese objeto sin vida: ¡reclama salud a un inválido,
17. Sin embargo, cuando ruega por sus bienes, por su hogar o sus hijos, no se avergüenza de dirigir la palabra a ese objeto sin vida: ¡reclama salud a un inválido,
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina