Salmos, 35
27. Canten, en cambio, y alégrense, los que desean mi triunfo; los que desean mi felicidad, repitan siempre: "¡Qué grande es el Señor!".
27. Canten, en cambio, y alégrense, los que desean mi triunfo; los que desean mi felicidad, repitan siempre: "¡Qué grande es el Señor!".
“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina