5. «Considerando, pues, que este pueblo se mantiene aislado y en total oposición a todos los hombres, que vive según leyes exóticas y es hostil a nuestros intereses, llevando a cabo los peores crímenes para que no se consiga la estabilidad del reino,





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina