39. El sacerdote Sadoq tomó de la Tienda el cuerno del aceite y ungió a Salomón, tocaron el cuerno y todo el pueblo gritó: «Viva el rey Salomón.»





“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina