14. y va a ser su quiebra como la de una vasija de alfarero, rota sin compasión, en la que al romperse no se encuentra una sola tejoleta bastante grande para tomar fuego del hogar o para extraer agua del aljibe.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina