Josué, 20

2. «Habla a los israelitas y diles: Señalaos las ciudades de asilo de las que os hablé por medio de Moisés,

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El capítulo 20 de Joshua se ocupa de la institución de las ciudades de refugio en Israel, lugares donde una persona que había matado a alguien sin intención podría refugiarse y tener protección contra la venganza familiar de la víctima. Estas ciudades deben estar ubicadas estratégicamente para que cualquier persona que busque protección las pueda lograr fácilmente. Los siguientes son cinco versículos relacionados con el tema de los capítulos seleccionados de otros libros de la Biblia:

Deuteronomio 4:41-42: "Entonces Moisés separó a tres ciudades al este del río Jordán, donde podría escapar de aquellos que mataron a alguien sin intención. Quien mató a alguien sin intención y huyó a una de estas ciudades viviría". Este versículo habla sobre elegir las ciudades de refugio para Moisés antes de su muerte, como una medida de justicia y protección para aquellos que mataron involuntariamente.

Números 35:6: "Las seis ciudades que das serán ciudades de refugio, donde puedes escapar de quienes matan a alguien sin intención". Este versículo habla sobre el número de ciudades de refugio que deberían establecerse en Israel y la importancia de tenerlas disponibles en todo el territorio.

Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, ayuda siempre presente en la adversidad". Este versículo habla sobre la protección y el refugio que Dios ofrece en tiempos difíciles y puede aplicarse a las ciudades de refugio en Israel como símbolo de protección divina.

Proverbios 18:10: "El nombre del Señor es una torre fuerte; los justos corren hacia ella y están a salvo". Este versículo también habla sobre la protección y la seguridad que ofrece el nombre de Dios y puede aplicarse a la institución de las ciudades de refugio en Israel.

Isaías 25:4: "Porque tienes un refugio para los pobres, un refugio para los necesitados en su aflicción, un refugio contra la tormenta y un refugio contra el calor". Este versículo habla de Dios como un refugio para aquellos que sufren y pueden aplicarse a la institución de las ciudades de refugio en Israel como un reflejo de la compasión de Dios por aquellos que necesitan protección.