25. Pero a Rajab, la prostituta, así como a la casa de su padre y a todos los suyos, Josúe los conservó con vida. Ella se quedó en Israel hasta el día de hoy, por haber escondido a los emisarios que Josué había enviado a explorar Jericó.





“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina