13. Ellas y sus acompañantes se coronaron con coronas de olivo; después, dirigiendo el coro de las mujeres, se puso danzando a la cabeza de todo el pueblo. La seguían los hombres de Israel, armados de sus armas, llevando coronas y cantando himnos.





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina