Levítico, 5

8. Los llevará al sacerdote, quien ofrecerá primero el que se destina al sacrificio por el pecado. Con las uñas descervigará la cabeza junto a la nuca sin arrancarla.

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Levítico 5 se ocupa de los pecados cometidos sin querer, es decir, los pecados que se cometieron sin conocimiento. El capítulo discute los procedimientos que deben seguirse para arrepentirse de estos pecados y ofrecerle a Dios un sacrificio por la expiación. Además, la obligación de confesar el pecado y compensar a aquellos que fueron perjudicados por el error cometido. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Levítico 5:

Proverbios 28:13: "Lo que cubre sus transgresiones nunca prosperará, pero lo que los confiesa y alcanzará la misericordia". Este versículo habla sobre la importancia de confesar los pecados en lugar de tratar de ocultarlos.

1 Juan 1:9: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y solo para perdonarnos nuestros pecados y purificarnos de toda injusticia". Este versículo enfatiza la importancia de confesar los pecados a Dios para recibir el perdón y la purificación.

Mateo 5:23-24: "Si, entonces, al traer su oferta al altar, recuerdas que tu hermano tiene algo en tu contra, deja el altar tu oferta, primero te reconciliará con tu hermano; y luego, regresando, Haz tu oferta ". Este versículo habla sobre la necesidad de compensar a aquellos que fueron dañados por el error cometido antes de ofrecer un sacrificio a Dios.

2 Corintios 7:10: "Porque la tristeza según Dios produce arrepentimiento de la salvación, que para nadie trae pesaje; pero la tristeza del mundo produce la muerte". Este versículo destaca la importancia del arrepentimiento sincero para lograr la salvación.

Ezequiel 18:21-22: "Si los malvados se convierten de todos sus pecados que ha cometido, y mantiene todos mis estatutos, y continúa con la justicia y la justicia, ciertamente vivirá; no morirá. Aprecio a él; por la justicia Él practicado, él vivirá ". Este versículo enfatiza la importancia de arrepentirse de los pecados y seguir los mandamientos de Dios para lograr la vida eterna.