Lucas, 12

La Biblia de Jerusalén

1 En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

2 Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse.

3 Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados.

4 «Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.

5 Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése.

6 «¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios.

7 Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.

8 «Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios.

9 Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

10 «A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.

11 Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis,

12 porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir.»

13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.»

14 El le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?»

15 Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.»

16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto;

17 y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?"

18 Y dijo: "Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,

19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea."

20 Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?"

21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.»

22 Dijo a sus discípulos: «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis:

23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido;

24 fijaos en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!

25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un codo a la medida de su vida?

26 Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos de lo demás?

27 Fijaos en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos.

28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe!

29 Así pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y no estéis inquietos.

30 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso.

31 Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.

32 «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino.

33 «Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla;

34 porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

35 «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas,

36 y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.

37 Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.

38 Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!

39 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.

40 También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»

41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?»

42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente?

43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así.

44 De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.

45 Pero si aquel siervo se dice en su corazón: "Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse,

46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles.

47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes;

48 el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.

49 «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!

50 Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!

51 «¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división.

52 Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres;

53 estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

54 Decía también a la gente: «Cuando veis una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: "Va a llover", y así sucede.

55 Y cuando sopla el sur, decís: "Viene bochorno", y así sucede.

56 ¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?

57 «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?

58 Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel.

59 Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.




Versículos relacionados com Lucas, 12:

Santo Lucas 12 aborda las enseñanzas de Jesús sobre la confianza en Dios, las riquezas, las preocupaciones y la vigilancia. El capítulo comienza con Jesús alertando a sus discípulos sobre la hipocresía de los fariseos y la necesidad de temer a Dios, y termina con un llamado a la vigilancia y preparación para la llegada del Hijo del Hombre. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en São Lucas 12:

Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no agites en tu propio entendimiento. Lo reconoce en todos tus caminos, y él enderezará tus caminos". Este versículo habla sobre la importancia de la confianza en Dios y reconocerla en todas las cosas, temas que se enfatizan en San Lucas 12.

Mateo 6:19-21: "No te acumulas tesoros en la tierra, donde el rastreo y el óxido destruyen, y donde los ladrones se rompen y roban. Pero acumula para ti tesoros en el cielo, donde el rastreo y el óxido no destruyen, y donde los ladrones no rompen ni roban. Porque dónde está tu tesoro, también habrá tu corazón ". Este versículo habla sobre la naturaleza transitoria de las riquezas terrenales y la importancia de centrarse en las riquezas del cielo, un tema que se aborda en San Lucas 12.

Mateo 6:25-27: "Por lo tanto, te digo, no estés ansioso por tu vida, en cuanto a lo que tienes que comer o beber; no por tu cuerpo, en cuanto a lo que tienes que usar. Comida y la Cuerpo, más que las prendas? Observe los pájaros del cielo: no sembran, no cosechan ni se reúnen en graneros; Este versículo habla sobre preocupación excesiva por las necesidades materiales y la importancia de confiar en Dios, un tema que se aborda en St. Lucas 12.

1 Tesalonicenses 5:2-3: "¡Porque sabes muy bien que el día del Señor vendrá como el ladrón por la noche. Cuando dicen, paz y seguridad! Entonces, de repente, la destrucción vendrá a ellos, como los dolores del parto a lo que está embarazada; y no escapará ". Este versículo habla sobre la necesidad de vigilancia y preparación para la venida del Señor, un tema que se enfatiza en San Lucas 12.

Mateo 24:44: "Por lo tanto, también te das cuenta; porque el Hijo del Hombre llegará al momento en que no crees". Este versículo también habla sobre la necesidad de vigilancia y preparación para la venida del Señor, un tema central en San Lucas 12.



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