11. y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que poseía siendo incircunciso. Así se convertía en padre de todos los creyentes incircuncisos, a fin de que la justicia les fuera igualmente imputada;





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina