6. Entonces, junto al trono, vi un cordero rodeado de los cuatro vivientes y de los ancianos. Estaba de pie y como degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos (éstos son los siete espíritus de Dios enviados por todo el mundo).





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina