49. Pero un ángel del Señor bajó al horno junto a Ananías y sus compañeros, empujó fuera la llama





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina