27. He dado la orden de que en todos los dominios de mi reino tiemblen todos y teman ante el Dios de Daniel: Porque él es el Dios vivo, que existe por los siglos; su reino no será jamás destruido y su imperio no tendrá fin.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina