7. A continuación, y siempre en mi visión nocturna, vi una cuarta bestia terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte. Tenía enormes dientes de hierro, comía y trituraba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas; era diferente de todas las otras bestias que la habían precedido y tenía diez cuernos.





“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina