24. Setenta semanas están fijadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin al delito y a la injusticia, para perdonar los crímenes e instaurar una justicia eterna, para que se cumplan visión y profecía y para consagrar el lugar santísimo.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina