Deuteronomio, 32
12. El Señor solo lo guiaba, no había con él dios extranjero.
12. El Señor solo lo guiaba, no había con él dios extranjero.
“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina