9. A los tres días, se reunieron en Jerusalén todos los hombres de Judá y Benjamín. Era el día veinte del mes noveno. Todo el pueblo se situó en la plaza del templo de Dios, temblando por la gravedad del caso y porque llovía copiosamente.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina