30. Haré que los árboles den en abundancia sus frutos y el campo sus productos, a fin de que no sufráis más el oprobio del hambre entre las naciones.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina