29. y expiró. Murió y se reunió con los suyos, anciano y lleno de días. Sus hijos Esaú y Jacob lo sepultaron.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina