Hechos, 26

15. Yo dije: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

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Hechos de los Apóstoles 26 informa el discurso de Pablo ante el rey Agripa, en el que defiende su predicación del evangelio y su conversión al cristianismo. Pablo habla sobre cómo perseguía previamente cristianos, pero ahora cree que Jesús es el Mesías y debe ser seguido. También menciona la resurrección de los muertos y la importancia de predicar el mensaje de salvación a todos. Según estos temas, los cinco versos relacionados son:

Romanos 10:9: "Si con tu boca confiesa a Jesús como Señor, y en tu corazón crees que Dios lo ha resucitado de entre los muertos, serás salvado". Este versículo habla sobre la importancia de la confesión de Jesús como Señor y creencia en su resurrección para la salvación. Esto está de acuerdo con el discurso de Pablo en Hechos 26, en el que predica sobre la resurrección y la importancia de seguir a Jesús.

1 Corintios 15:14: "Y si Cristo no ha aumentado, nuestra predicación es vana, y su fe también es vana". En este versículo, Pablo enfatiza la importancia de la resurrección de Cristo para la fe cristiana. En su discurso en Hechos 26, Pablo menciona la resurrección como una de las razones por las que cree en Jesús.

2 Timoteo 4:2: "Predica la palabra, insta en el tiempo y fuera del tiempo, amonestará, reprende, exhorta, con mucho tiempo y enseñanza". Paul alienta a Timothy a predicar la palabra en todas las ocasiones. Esto está de acuerdo con el discurso de Pablo en Hechos 26, en el que habla sobre cómo siempre predicó el mensaje de salvación a todos.

1 Tesalonicenses 5:5-6: "Porque son hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche u oscuridad. No dormimos, porque como los demás, pero miramos y estamos sobrios". En este versículo, Paul habla sobre la importancia de permanecer vigilante y sobrio como hijos de la luz. Esto está relacionado con el discurso de Pablo en Hechos 26, en el que habla sobre cómo fue transformado por la luz de Jesús.

Filipenses 3:8-9: "Y de hecho, también tengo por pérdida todas las cosas, por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor; por el cual tengo la pérdida de todas estas cosas, y las considero como escoria , para que pueda ganar a Cristo y ser encontrado en él ". Paul habla sobre cómo considera todo como una pérdida en comparación con el conocimiento de Cristo. Esto está relacionado con el discurso de Pablo en Hechos 26, en el que habla sobre cómo su vida cambió cuando conoció a Jesús.