40. Pedro echó fuera a todos; luego se arrodilló y se puso a orar; se acercó después al cadáver y dijo: "Tabita, levántate". Ella abrió sus ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina