30. Lucharon contra Timoteo y Báquides, mataron a más de veinte mil y cayeron en su poder altas y sólidas fortalezas. Repartieron el abundante botín en dos partes iguales, una para ellos y otra para los débiles, los huérfanos, las viudas y los ancianos.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina