Salmos, 109
28. Ellos maldicen, pero tú bendices, que ellos se avergüencen y tu siervo se alegre;
28. Ellos maldicen, pero tú bendices, que ellos se avergüencen y tu siervo se alegre;
“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina