Salmos, 18
47. ¡Viva el Señor, bendita sea mi roca! ¡Alabado sea Dios, el Dios de mi victoria!
47. ¡Viva el Señor, bendita sea mi roca! ¡Alabado sea Dios, el Dios de mi victoria!
“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina