1. Entonces Tobit se acordó del dinero que había entregado en depósito a Gabael de Ragués, en Media.

2. Y pensaba: "Acabo de pedir la muerte; ¿por qué no llamar a mi hijo Tobías y enterarle de lo del dinero antes de morir?".

3. Llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Cuando muera, dame una sepultura digna. Honra a tu madre y no la abandones nunca. Haz lo que le agrade y nunca la entristezcas con tu conducta.

4. Acuérdate, hijo mío, de los peligros a que estuvo expuesta cuando te llevaba en su seno. Cuando muera, entiérrala junto a mí, en la misma tumba.

5. Acuérdate siempre del Señor, hijo mío, y no peques ni violes jamás sus mandamientos. Durante toda tu vida practica la justicia y no sigas los caminos de la injusticia;

6. porque si obras rectamente tendrás éxito en tus empresas, como todos los que practican la justicia.

7. Practica con tus bienes la limosna y no apartes tu rostro de ningún pobre, porque así no apartará de ti su rostro el Señor.

8. Da limosna según tus posibilidades: si tienes mucho, da mucho; si tienes poco, da con largueza de ese poco.

9. Así acumularás un tesoro para el día de la necesidad,

10. pues la limosna libra de la muerte e impide andar en tinieblas.

11. La limosna, para todos los que la dan, es un precioso depósito ante el altísimo.

12. Hijo mío, guárdate de toda inmoralidad, y ante todo elige una mujer de la raza de tus padres. No te cases con mujer extranjera, o que no sea de la raza de tus padres, pues somos descendientes de los profetas. Recuerda, hijo mío, que Noé, Abrahán, Isaac y Jacob, nuestros padres, se casaron con mujeres de su parentela y fueron bendecidos en sus hijos y su posteridad heredó la tierra.

13. Ama a tus hermanos, y no desprecies a los hijos y a las hijas de tu pueblo, teniendo a menos elegir una mujer entre ellas, porque en la soberbia está la ruina y la discordia, y en la ociosidad, penuria y hambre, pues la ociosidad es la madre del hambre.

14. No retengas el salario a tus obreros; dáselo en seguida; si sirves a Dios, recibirás tu recompensa. Ten cuidado con lo que haces y muéstrate correcto en tu conducta.

15. Lo que no quieras para ti, no lo hagas a nadie. No bebas vino hasta emborracharte y no tengas a la borrachera como compañera de tu vida.

16. Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Da limosna de todo lo que te sobre, y no seas tacaño al dar limosna.

17. Parte tu pan en los sepulcros de los justos, y no en los de los pecadores.

18. Aconséjate de persona sensata, y no desprecies los consejos útiles.

19. Bendice al Señor Dios en todo tiempo; pídele que tus caminos sean rectos y prósperos tus planes; porque no es del hombre el consejo, sino el Señor es quien da todos los bienes y humilla, según quiere, hasta lo más profundo. Recuerda, hijo mío, todos mis mandatos, y que jamás se borren de tu corazón.

20. Y ahora, hijo mío, te comunico que entregué en depósito trescientos kilos de plata a Gabael, hijo de Gabri, en Ragués de Media.

21. No te preocupes porque hayamos empobrecido. Si temes a Dios, huyes del pecado y haces lo que agrada al Señor, tu Dios, tienes la riqueza más grande".





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina