12. Ésta será la plaga con la que el Señor castigará a todos los pueblos que lucharon contra Jerusalén: se les pudrirán sus carnes estando aún en pie, sus ojos se pudrirán en sus órbitas, su lengua se pudrirá en su boca.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina