16. El día que reparta la herencia entre sus hijos, no podrá dar los derechos de primogenitura al hijo de la mujer a la que quiere, en perjuicio del primogénito que le dio la mujer no amada.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina