21. Los que lo oían quedaban maravillados y decían: «¡Y pensar que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocaban este Nombre! Pero, ¿no ha venido aquí para encadenarlos y llevarlos ante los jefes de los sacerdotes?





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina